Aspectos radiograficos en cefalometria odontologica
Carlos Daniel Ausbruch ( dkiersz@radar.com.ar ) Especialista en Radiología Buco-Maxilo-Facial
La radiología es materia de diagnóstico
por excelencia en todas las ramas de la medicina. En odontología y dentro
de las especialidades de ortodoncia y ortopedia de los maxilares sin duda es
una aliada inseparable para resolver los distintos problemas que se susciten
dentro de las mismas.
Desde principios de siglo la radiología
servía como estudio antropométrico en cráneos secos y de
seres vivos, incluyendo monos, simios en general y en seres humanos con el fin
de estudiar el desarrollo y crecimiento de las distintas razas con fines evolutivos.
Estas técnicas antropométricas fueron
modificadas y adaptadas con fin de estudiar y relacionar las estructuras dentarias
con todo su contorno cráneo-facial, desde Pacini, Broadbent, Wylie, Thomson,
etc., precursores de la cefalometrìa como diagnóstico de las patologías.
Hoy en día existe sofisticados trazados
cefalomètricos que informan matemáticamente las posiciones y relaciones
dento-màxilo-faciales, dando un resultado de invalorable importancia
para un determinado tratamiento ortodòncico u ortopédico, que
junto con las calidades de imagen que se obtienen con los actuales equipos telerradiogràficos,
nos permiten tener un indiscutido documento de diagnóstico en estas especialidades.
Así también como la utilización
de filtros para la obtención de perfiles blandos, que nos relacionan
los tejidos de la cara con el esqueleto de la misma.
Principalmente en ortodoncia y ortopedia se utilizan
dentro de lo convencional como técnicas radiográficas, a la telerradiografìa
de perfil y frente, la radiografía panorámica (elipso-orto.-pan
tomografía ) , y en alguna ocasión la oclusal sagital normal del
maxilar superior, estas técnicas son de un valor de diagnóstico
importantísimo en el contesto de la odontología general y la medicina.
En lo que refiere a la telerradiografìa
de perfil, es un documento de diagnóstico muy amplio, ya que por si sola
nos muestra un gran contenido de nuestro organismo con todas las posibles patología
que en ella puedan caber.
Por lo tanto antes de proceder al trazado cefalomètrico
en particular, debemos analizar en muchos aspectos y descubrir patologías
tales como, mielomas múltiples, heritroblastosis, displasias, tumores
en general, tumores hipofisiarios, crecimientos amigdalinos, vegetaciones adenoideas,
patologías del seno frontal y esfenoidal, así también como
patologías que afectan directamente al crecimiento de los maxilares y
esqueleto en general, como ser hipo e hiper tiroidismo, hipo e hiper paratiroidismo,
hipo e hiper hipofisismo, problemas cervicales, fracturas traumáticas,
malformaciones, desperfectos en el cerramiento de foraminas, calcificaciones
musculares (miositis osificante ), calcificaciones ganglionares, cisticercosis,
calcificaciones de la cadena estilohiodea, calcificaciones de vasos, y un gran
número de patologías que necesitarían un comentario aparte,
aunque gran número de ellas no sean solucionables a través de
la ortopedia o ortodoncia, son detectadas en estas
especialidades y debemos entenderlas para su correcta derivación .
Asiendo referencia a la radiografía panorámica
(elipso-orto-pantomogrtafìa), es sin duda unos de los descubrimientos
más importante dentro de la radiología convencional no superado
hasta ahora.
Esta radiografía da al diagnóstico
radiológico un campo de estudio médico y odontológico muy
amplio al igual que la telerradiografìa, ya que podemos abarcar en la
misma radiografía y en forma desplegada gran parte de las estructuras
del macizo cráneo-dento-maxilo-facial.
Sería innumerables las patologías
estudiadas a través de esta imagen, pudiendo resumirlas en displacias,
infecciones, agenesias, mal formaciones dento-maxilares, mal posiciones, neoplasias,
aplasias, traumatismos, hipo e hiper-trofias, procesos quisticos, retardos de
desarrollo, etc.
En lo que respecta específicamente a ortodoncia
y ortopedia, es sin duda un elemento de diagnóstico importante y un documento
de valor legal.
En ella podemos saber las posibles orientaciones
en posición de los segundos y terceros molares en lo que respecta a disto
y mesio-angulaciones, posibles futuras retenciones, agenesia y tamaños
de los mismos, para los caninos de igual forma que para los molares, dando mesio-ubicaciones
o inclinaciones desfavorables.
Dentro del panorama dentario nos brinda la observación
de agenesias, supernumerarios, retardos en el desarrollo dentario y de erupción,
mal formaciones dentarias de forma y estructura, mal posiciones, anomalías
de desarrollo, relación dentaria temporaria-permanente, desarrollo radicular,
conclusiones en tablas cronológicas dentarias, etc.
Sin embargo no es detallista en las patologías
dentarias o paradentarias pequeñas tales como reabsorciones dentinarias
externas e internas, caries proximales pequeñas, fracturas dentarias
longitudinales o de difícil observación, ciertas calcificaciones
intrapulpares, ensanchamiento àpico-periodontales o cortico-periodontales,
pequeños procesos apicales abscedosos, quisticos o granulomatosos y otras
patologías que por su tamaño y detalle son mejor estudiadas por
otras técnicas más específicas.
Así también dada la deformación
y magnificación desproporcionada de imagen que se obtiene de ella , no
es confiable en la realización de ningún estudio que resulte de
medidas milimétricas o cefalomètricas, principalmente en el maxilar
superior que es el que se encuentra más distorsionado ya que los principios
de rotación basan su geometría de movimiento en la basal mandibular
y no en todos los elementos anatómicos que estén sobre ella, dando
como resultados imágenes donde muchas veces observamos maxilares superiores
atrèsicos con superposición de piezas en zona de premolares cuando
clínicamente no es así.
Como radiografía pre-intra y post-tratamiento
en ortodoncia y ortopedia es de un valor indiscutido siendo un elemento observable
de cambios y por consiguiente un documento legal en un tratamiento tan importante
y muchas veces de largo plazo como son estas especialidades.
En lo que respecta al tema cefalomètrico
en obtención con la telerradiografia, debemos tener en cuenta la obtención
de la correcta imagen en la cual realizaremos el trazado, esto se refiere principalmente
al problema de las asimetrías en la concordancia de la superposición
mejor posible de las dos hemicabezas óseas.
Como sabemos para la toma de la telerradiografìa
tanto de frente como de perfil se requiere de un correcto cefalostato, que tiene
como fin fijar e inmovilizar a la cabeza del paciente en una posición
determinada, este cefalostato tiene principalmente como componentes un posicionados
nasal que relaciona el plano de Frankford paralelo al piso y dos bastidores
laterales con una oliva en su extremo inferior por cada uno de ellos, las cuales
se introducen en la desembocadura del conducto auditivo externo, sabiendo que
esa desembocadura es de tejido blando el cual tiene una cierta elasticidad,
este factor condiciona a que las olivas no estén
apoyadas en un punto fijo y rígido, primer factor a tener en cuenta,
el cual nos dice que esa fijación de la cabeza pueda tener cierta variación
ya sea por movilidad del paciente o por asimetrías en esas estructuras
blandas que reflejen asimetría a nivel óseo.
Otro factor importante e la correcta regulación
de los bastidores para que estos estén perfectamente simétricos
uno del otro, para ello se debe periódicamente confirmar esta simetría
con pruebas de testeo, ya que los elementos de acrílico y retenciones
metálicas pueden sufrir cierta modificación y desgastes con el
uso. Estos son puntos a tener en cuenta en lo que respecta a la simetría
de imagen desde un vamos.
Otro de los temas a considerar es el que resulta
de los principios básicos de formación de imagen en radiología,
que relaciona chasis, objeto y distancia focal. En referencia a este principio
podemos decir que la telerradiografìa en la técnica que brinda
el tamaño real del objeto debido a la gran distancia que existe entre
este y el tubo emisor logrando un isomorfismo real. Este tamaño real
si somos detallistas no es tan así, porque si bien el objeto se encuentra
bien alejado del tubo, queda la otra parte del principio que relaciona chasis
(película ) con el objeto que dice que ambos deben estas en la más
intima relación posible.
Esta parte del principio de formación de
imagen en la telerradiografìa no se cumple a la perfección, dado
que el chasis se encuentra a una distancia determinada del objeto (paciente
), esta distancia va a determinar cierta magnificación del objeto, donde
cuando más alejado este el objeto del chasis mayor será la magnificación
aunque se cumpla la primera parte del principio.
Es entendible que esta magnificación de
la imagen en la telerradiografìa es prácticamente mínima
y es considerada únicamente a fines científicos y no de aspectos
clínicos. Se deduce de lo ya mencionado que las estructuras que se encuentren
más alejadas del chasis sufrirán mayor magnificación que
aquellas que estén en cercanía a este, caso de ejemplo donde el
chasis se encuentre a la derecha de la cabeza del paciente estarán más
magnificadas las estructuras de la hemicabeza izquierda.
Como resultado de esto podemos decir que existirían
tres aspectos a tomar en cuenta, la anatomía más cercana al chasis,
la anatomía del plano sagital del paciente y las anatomías más
alejadas del chasis. En las anatomías más lejanas al plano sagital
del paciente y de valor cefalomètrico tenemos las ramas madibulares horizontales
con su basal, las ramas ascendentes y el còndilo, pudiendo decir que
de las mencionadas la más alejada será la más magnificada
y si da la casualidad que existe en
ese paciente una simetría de estructuras cráneo-maxilares perfecta
estaríamos calcando el lado más alejado del chasis, ya que el
otro lado quedaría por dentro de este.
Obviamente la simetría total es imposible
ya que la naturaleza hizo al hombre imperfecto, y para demostrar que lo mencionado
es a fines de un estudio profundo y no de aspectos que tengan repercusión
en resultados clínicos.
Se tomó un elemento de prueba el cual fue
radiografiado directamente sobre el chasis ( el chasis se lo colocó a
una distancia predeterminada de la primera oliva más próxima a
este y esta a una distancia predeterminada de la otra oliva distancia en un
valor promedio de tamaños transversales en este punto de cráneos)
en el bastidor más próximo al chasis, en el plano sagital donde
está el posicionador nasal y en el bastidor más lejano al chasis
respectivamente y los resultados en porcentaje de magnificación con respecto
al 0% son los mencionados, los cuales, como se dijo anteriormente son mínimos
y no asen a los fines clínicos generales, si se pueden tener en cuenta
en estudios estadísticos y de predicción de crecimiento y sirven
para tener en cuenta que mientras se pueda relacionar el chasis a una
misma distancia en un mismo paciente en las distintas tomas radiográficas
que se tomarán al principio, durante y al final de un tratamiento, nos
hará más perfectos en nuestra labor.
Volviendo al tema cefalomètrico, una ves
obtenida la imagen, teniendo en cuenta todo lo expresado hasta el momento, debemos
pretender de esta el correcto contraste, gradación y nitidez que permitan
visualizar sin mayores problemas todas las estructuras que nos interesan para
el trazado cefalomètrico.
En segundo término observaremos la simetría
obtenida dando mayor importancia a la simetría craneal dado por el conducto
auditivo óseo externo (porio), espacio pterigo-maxilar y el reborde orbitario,
luego en segundo plano, la simetría mandibular dada por sus basales,
rebordes y el còndilo incluido en la misma y en tercer plano y por último
la parte dentaria.
De este tema se deduce que si en la imagen obtenida
existe una simetría craneal y una asimetría mandibular, el problema
se encuentra en la última ya que las estructuras craneales son las que
se fijan al cefalostato, y la mandíbula se relaciona con esta a través
de la oclusión dentaria, si yo intentara corregir la asimetría
mandibular tendría que modificar la cabeza del paciente de tal forma
que no cumpliría con su correcta posición en referencia a las
olivas y quedaría seguramente una marcada asimetría en las estructuras
nobles craneales. En el caso de existir una marcada asimetría craneal
se intentaría una segunda toma para verificar que dicha
asimetría es real y no por mal posicionamiento o movimiento del paciente
en el cefalostato.
Los temas mencionados en este trabajo son los que
se tienen en cuenta del punto de vista radiológico en lo que respecta
a los resultados obtenidos a través de la telerradiografìa.
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